El baloncesto africano conquista la BAL: “El nivel de juego aumenta cada año”

En la Basket Africa League (BAL) nada se deja al azar. Desde el nuevo parqué con el logo "BAL, Dakar, Senegal" hasta la decena de guardias de seguridad que toman el control durante los tiempos muertos, pasando por la pistola de camisetas para animar las gradas abarrotadas, todo está hecho para recordar a la gente el alto nivel de la NBA.
Fundada en 2020, la BAL es una competición panafricana organizada y subvencionada por la liga estadounidense con el apoyo de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA). Una especie de versión de baloncesto de la Liga de Campeones, que reúne a los doce mejores clubes del continente, de doce países. En 2025, se trata de Senegal, Marruecos, Túnez, Nigeria, Cabo Verde, Egipto, Ruanda, Angola, Libia, Sudáfrica, Kenia y Malí. Este año, las primeras fases de grupos se celebraron en Rabat (Marruecos), del 5 al 13 de abril, y en Dakar, del 26 de abril al 4 de mayo. Queda una fase que tendrá lugar en Kigali (Ruanda) del 17 al 25 de mayo, después las eliminatorias y la final en Pretoria (Sudáfrica), del 6 al 14 de junio.
«En sus cinco años de existencia, la BAL ha contribuido profundamente al desarrollo del baloncesto en África», afirma Makhtar Ndiaye, el primer senegalés en unirse a la NBA en 1998. Muchos jugadores ya están viendo los beneficios de estas transformaciones. «Mi primer BAL, en 2022, me preparó bien para el resto de mi carrera, sobre todo porque nunca había jugado ante un público tan grande y en tan buenas condiciones», confiesa Babacar Sané, de 21 años y ya internacional senegalés.
TrampolínGracias a las subvenciones que concede a los clubes clasificados, la BAL permite a los deportistas cobrar dignamente, imponiendo un salario mínimo mensual de 1.200 euros durante los cuatro meses que dura el torneo. Los jugadores también tienen acceso a campos de entrenamiento, a un equipo médico y reciben nuevo equipamiento.
"Por primera vez, tenemos una competición que pone en el foco a jugadores africanos", prosigue Babacar Sané, de 2,01 metros de altura. Al menos cinco ojeadores de la NBA asisten al evento y los partidos de la BAL se retransmiten en directo en Canal+ África y en la web de la NBA. En 2022, Babacar Sané fue reclutado por la G League, una liga menor de la NBA. ¿Debemos entonces ver el BAL como un trampolín? "No es el objetivo, pero si a algunos les pasa, mucho mejor ", responde su presidente, Amadou Gallo Fall. Nuestro objetivo es construir una liga competitiva de clase mundial que apunte a retener a los jóvenes talentos africanos. »
Prueba de que la liga se está volviendo atractiva, incluso más allá del continente, es que cada vez más jugadores procedentes de campeonatos europeos o americanos hacen el viaje inverso para venir a jugar en la BAL. Babacar Sané acaba de regresar de la G League, el caboverdiano-portugués Ivan Almeida ha llegado procedente de la primera división portuguesa y el base internacional marfileño Souleyman Diabaté, jugador desde hace mucho tiempo de la Pro A en Francia, se ha instalado en Angola. "El nivel de juego en la BAL aumenta cada año", argumenta este último, reclutado por el Petro Atlético de Luanda.
Y las condiciones financieras ofrecidas a estos jugadores parecen muy buenas, a menudo equivalentes a las de su campeonato anterior. Hasta 26.000 euros al mes para algunos, según Amadou Gallo Fall. “Todos los equipos se están estructurando e invirtiendo los recursos necesarios para ganar su competición nacional y luego la BAL. Esto crea la competitividad necesaria para el desarrollo del baloncesto en el continente”, subraya Souleyman Diabaté, quien, sin embargo, lamenta la brecha salarial con otros jugadores locales.
CelebridadesLos clubes participantes también se benefician del apoyo de la BAL, que organiza cursos de formación para entrenadores y árbitros, llamados "clínicas" , y cubre todos sus gastos (billetes de avión, hoteles, transporte, etc.) durante la competición.
La única desventaja es que hasta ahora el impacto en las federaciones nacionales ha sido muy bajo. "Aún queda mucho trabajo por hacer para que los campeonatos nacionales sean atractivos", observa Syra Sylla, fundadora de Dakar Hoops, asociación que promueve el desarrollo del baloncesto en Senegal. Las federaciones deberían inspirarse en la organización BAL para continuar el trabajo de profesionalización del baloncesto en el continente. "Con el BAL hay un furor, hay pasión", añade Makhtar Ndiaye. Ahora les toca a nuestros dirigentes poner las manos en los bolsillos para mantener este torneo en marcha y desarrollar el baloncesto. »
Más allá del rendimiento deportivo, Amadou Gallo Fall destaca los beneficios socioeconómicos generados por la liga, que ha creado 37.000 empleos directos e indirectos en los países sede de las competiciones desde 2020.
En cinco años, el BAL también parece haber conquistado a su público. De los 45.000 espectadores en las gradas durante la primera edición, se pasó a 120.000 en 2024, y ya se han contabilizado 75.000 entre Rabat y Dakar en 2025. Siguiendo el modelo de la NBA, la BAL se apoya en la presencia de celebridades en las gradas y en un espectáculo bien orquestado en la cancha. El público de Dakar disfrutó así de las actuaciones de la cantante senegalesa Viviane Chidid y del marfileño Tam Sir, intérprete del famoso Coup du marteau. "Tenemos el material para continuar con esta gran liga, tanto dentro como fuera del campo", concluye un optimista Amadou Gallo Fall.
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